Un café londinense en el barrio turístico de Covent Garden ofrece helado hecho de leche materna, suavizado con vainilla de Madagascar y ralladura de limón.
A la mezcla la llamaron "Baby Gaga" y esta semana causó furor en Londres, donde se agotó a pesar de su elevado precio en comparación a otros gustos: 14 libras (unos 16.5 euros, 22.5 dólares).
La tienda colocó en Internet un anuncio para reclutar a madres dispuestas a vender su leche para poder hacer los helados. Unas 20 mujeres contestaron al anuncio y aportaron la materia prima. Siguieron los mismos criterios que para los donantes de sangre.
Según la prensa local, el dueño del café y fundador del fabricante Icecreamists, Matt O' Connor, aseguró que "si la leche es buena para nuestros hijos, también lo será para el resto". "Aunque algunos muestren rechazo, se trata de un auténtico producto biológico, absolutamente natural”, declaró a la cadena británica BBC.
“Sabe como cualquier yogurt”, dijeron los primeros curiosos en probarlo.
De todas formas, "Entre gustos no hay disgustos" asi que sería cuestion de ir a Londres y comprobar por ustedes mismos su sabor de "yogurt"